Luego de atravesar montañas, bosques y desiertos, esta abeja incansable acaba de llegar olorosa todavía a tinta fresca y con su cargamento intacto de mieles ortográficas. Un millón de gracias a la casa editorial CIDCLI y al FONCA por el rigor literario, el cuidado de cada detalle de producción, la confianza desmedida en este viejo rimador. ¡Es un libro tan agradable a la vista y el tacto! Espero de veras que su lectura sea igualmente deleitosa y sobre todo que les sea muy útil y claro a las futuras reinas y reyes de la acentuación. ¡Larga vida a Su Majestad Matilde I! (Sí, sí, ya lo sé: me ganó la emoción y me salió lo ñoño).
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